top of page
Alejandra Cárdenas

39 años desde la tragedia de Armero: Una historia que sigue viva

Hoy hace 39 años Colombia vivió una de las tragedias más devastadoras y más de 25.000 personas murieron sepultadas bajo el lodo.

La madrugada de ese 13 de noviembre, el volcán Nevado del Ruiz entró en erupción, casi todos los habitantes de Armero se encontraban durmiendo cuando una avalancha de lodo bajó a gran velocidad acabando con todo a su paso.


En cuestión de horas 25.000 personas perdieron la vida. Una de las víctimas fue el alcalde, quien intentó advertir que algo malo pasaría, pero nadie le creyó.



La tragedia ocurrió por la falta de monitoreo en tiempo real, lo que dificultó la toma de decisiones que hubiera prevenido una tragedia. Pero mucho se ha hablado de negligencia.


Algunos aseguran que la tragedia de Armero no fue un accidente inesperado, sino una catástrofe anunciada. Desde 1984, científicos y vulcanólogos advirtieron sobre las señales de riesgo: aumento de la temperatura del Nevado del Ruiz, muerte de peces en ríos cercanos y pequeñas explosiones volcánicas. Incluso un informe de 1842 ya mencionaba la recurrencia de estas erupciones y las devastadoras avalanchas que solían acompañarlas.


En 1985, a pesar de que el volcán comenzó a expulsar cenizas y gases, las autoridades ignoraron las advertencias. La falta de acción y de evacuación adecuada culminó en el trágico desastre de Armero.


Hoy en día, las ruinas de Armero permanecen como un sitio de memoria y homenaje a las víctimas de la tragedia. Cada 13 de noviembre, familiares y sobrevivientes se reúnen en el campo santo, consagrado por el Papa Juan Pablo II, para recordar a quienes fallecieron y a los héroes anónimos de aquella fatídica noche. Entre las tumbas más visitadas está la de Omaira Sánchez, quien, atrapada entre escombros y lodo, resistió más de 12 horas antes de fallecer, convirtiéndose en un símbolo de la tragedia y el dolor de Armero.



2 visualizaciones0 comentarios

Opmerkingen